Comienzo mis primeros pasos de Yoga en el año 2000 en Caracas (Venezuela) donde estaba trabajando como psicóloga con una O.N.G francesa. Me ayuda a centrarme, a volver a “casa”, a tomar decisiones más tranquilamente sin precipitarme, y sobre todo lo que más me atrae es su acercamiento al cuerpo y al ser de una manera tan respetuosa y no violenta, características que marcan definitivamente mi manera de compartir e impartir esta disciplina.
Regreso a España y busco una escuela que
respete el principio de Ahimsa (no violencia) en primer lugar, el acercar el
yoga a nuestra sociedad y realidad y que trabaje holísticamente.
Y en esa búsqueda me encuentro con Sadhana,
realizo la formación de 4 años y comienzo la aventura de impartir clases. Después
marcho rumbo a India a colaborar con la fundación Vicente Ferrer y a
profundizar en los orígenes del Yoga.
Quedo profundamente enamorada de India, su
gente, su cultura y la forma en que viven su espiritualidad.
Regreso a España y continúo con las clases de
Yoga cada vez más entregada, esta actividad la compagino con la psicoterapia,
pasando consulta de forma independiente.
En el año 2008 decido junto a mi compañero
viajar por el sudeste asiático durante un año y es así como conozco Tailandia,
Laos, Camboya, Vietnam y terminamos nuevamente en India. Me impacta
especialmente el papel de la mujer en todas estas culturas, me acerco a ellas y
comienzo a tejer un trabajo que
finalmente se convertirá en los talleres de Universo Femenino que imparto
En los años que siguen continúo formándome en Técnicas Gestálticas, Yoga terapéutico,
terapia personal, meditación…para
mi el objetivo y la finalidad de todo este trabajo personal es poder ser lo más
coherente y libre con lo que entiendo
que es la Vida y así poder comprender mejor al ser humano y acompañarle en los
momentos que necesite.
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